Época: Zagros y la Estepa
Inicio: Año 1000 A. C.
Fin: Año 500 D.C.

Siguientes:
Cimerios, escitas y sakkas en la historia
Ideas sobre el mundo del arte de la estepa

(C) Joaquín Córdoba Zoilo



Comentario

La inmensa estepa que se extiende desde los Cárpatos hasta las orillas del curso superior del Obi, en Siberia, es una gigantesca región natural de paisaje muy semejante. Limitada al norte por el área de los bosques, el sur -tras una amplia banda de degradación semidesértica-, se pierde en los enormes desiertos del Asia Central por un lado o, directamente, en la barrera del Cáucaso por otro.
A comienzos del I milenio, esa especie de gran arco estepario estaba habitada por pueblos del tronco iranio: escitas en Ucrania, saurómatas al Norte del Caspio y sakkas en el Asia Central, al norte de otros pueblos indo-iranios que, tal vez por una pronta asimilación de otras formas de vida, se adaptaron bien al mundo del Irán.

De todos aquellos habitantes de la estepa, los más importantes y mejor conocidos serían los escitas, cuyas costumbres e irrupción en la historia conseguirían llamar la atención del griego Heródoto (Historias, IV). El relato del historiador heleno se vería ampliamente confirmado por la arqueología, lejos de la fantasía que a veces se le reprocha. Incluso las leyendas, pues el regalo que Hércules dejó como herencia a uno de sus hijos habidos con una mujer serpiente de la región, un arco, llegaría a convertirse en el arma vital de los escitas. Y los ejércitos del Oriente lo aprenderían bien.